El
aumento del salario mínimo de 2015, que fue de 4,6 por ciento se lo comió la
inflación en septiembre, cuando el índice de aumento de precios marcó 4,7 por
ciento, según datos del Dane.
Por
eso es tan clave la reunión que inicia hoy entre empresarios, representantes de
las centrales obreras y el Gobierno para ponerle una cifra al aumento del
mínimo del próximo año.
El
ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón aseguró que espera que las discusiones de este
año terminen con un mínimo concertado.
No
obstante, desde las centrales obreras no están muy optimistas. Por ejemplo,
desde la Confederación General del Trabajo (CGT), su presidente, Julio Roberto Gómez, ha asegurado que siempre hay una excusa para no
mejorar los salarios de manera justa.
Este
nuevo round de negociaciones tiene fuerzas encontradas.
La
inflación en lo corrido del año a noviembre alcanzó 6,11 por ciento. Este nivel
de Índice de Precios al Consumidor (IPC) no se veía desde julio de 2008, ese
año la inflación cerró en 7,67 por ciento. Justamente, el año siguiente (2009)
al mínimo sólo se le ajustó el aumento de precios (Ver gráfico).
Desde
los sindicatos se pide que, teniendo como base una inflación de más de 6 por
ciento, el aumento del mínimo esté dos puntos por encima de ese índice, más la
productividad, es decir, una cifra cercana a 10 por ciento.
Ahora
bien, del otro lado de la discusión, la Asociación Nacional de Instituciones
Financieras, en cabeza de Sergio
Clavijo, aseguró que el incremento del
salario para 2016 debe ser de 6,5 por ciento. En otras palabras, ajustar la
inflación. A juicio del gremio financiero, de generarse algún aumento excesivo
del salario, se pondría elevar el desempleo en el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario