La tala de bosque avanza a pocos kilómetros
del área de Serranía de Chiribiquete en la Amazonia.
Foto: Francisco Forero Bonell
El parque nacional natural Serranía de
Chiribiquete es reconocido por los tepuyes, formaciones rocosas que emergen de
la meseta amazónica.
A solo 10 kilómetros, por el sector del río
Caguán en la Amazonia colombiana, la deforestación avanza con una frecuencia
preocupante hacia zonas del parque nacional Serranía de Chiribiquete, el parque
más grande que tiene Colombia y conocido como el ‘mundo perdido’ del sur del
país.
Este frente de deforestación, que se abre
paso en la medida que se va borrando del mapa la tupida vegetación amazónica,
es solo uno de los tres focos que vienen creciendo en las áreas aledañas al
parque y que podrían convertirse en la puerta de entrada de este mal a una zona
considerada como la mejor conservada del territorio nacional y que por su
tamaño es una de las seis áreas protegidas de mayor extensión de Suramérica.
De acuerdo con el reciente informe del
Sistema de Monitoreo de Bosques del Ideam, además de las presiones que se están
presentando desde el municipio de Cartagena del Chairá a través del río Caguán
–por la ampliación de los terrenos agrícolas y para cultivos ilícitos–, hay
áreas con fuerte deforestación por el sector norte, desde las sabanas del Yarí,
y por el oriente, del lado del municipio de Miraflores en Guaviare.
“Hace
25 años se tenía a la zona de sabanas del Yarí completamente aislada, solo
había acceso por el río Guayabero, pero ahora tenemos varias zonas deforestadas
y hay lugares donde es más fácil llegar en carro”, explica Edersson Cabrera,
coordinador del Sistema de Monitoreo de Bosques del Ideam.
Para Cabrera, si estos focos siguen ganando
terreno, “la conservación del parque no está asegurada” y se podrían perder
bosques milenarios, que incluso en otras zonas cercanas ya han sido arrasados
en menos de 25 años.
La tala de árboles para el tráfico ilegal de
madera, la introducción de pastos para el ganado y la creación de zonas para el
cultivo de coca son los principales motores de la deforestación en esta zona.
Fernando Trujillo, director de la Fundación
Omacha e investigador de los ecosistemas del sur del país, relata que en los
últimos sobrevuelos que se han hecho en la zona se encuentran fincas de gran
extensión en puntos completamente remotos e incomunicados, cuya finalidad puede
ser el cultivo ilícito.
Para el investigador, a medida que esto se
vaya dando, cabe la posibilidad de que empiecen a encontrarse asentamientos en
áreas cercanas al parque natural, lo que supondría posteriormente más
conflictos para su conservación.
“Nos
preocupa muchísimo cómo se ha venido dando la deforestación. Hasta hace muy
poco, el parque estaba alejadísimo de toda intervención humana. Nuestra
prioridad es mantener la integridad de Chiribiquete, que es nuestra joya
nacional, y que buscamos ingrese a la lista de sitios Patrimonio de la
Humanidad”, señala Julia Miranda, directora de Parques Nacionales Naturales.
De hecho, actualmente esta entidad trabaja
para entregarle a la Unesco un informe en el que se detallan las razones tanto
científicas como culturales para que Chiribiquete sea incluido en el listado.
“Para que ingrese, la integridad del parque
tiene que estar garantizada. Estamos diseñando una estrategia de control y
vigilancia en sitios estratégicos y con la Fuerza Aérea buscamos una alianza
para ubicar radares y control a distancia del parque”, explicó Miranda.
Alta
biodiversidad
Chiribiquete es reconocido por sus famosos
tepuyes, zonas rocosas del periodo precámbrico, que emergen en medio de la
meseta amazónica y que tienen sobre su superficie un conjunto de pictografías
único, que data de comunidades muy antiguas que poblaron el continente.
Sin embargo, su valor va más allá de las
formaciones rocosas. Este parque, con más de 2’700.000 hectáreas, es uno de los
últimos enclaves que conectan a las regiones del Orinoco, la Amazonia y los
Andes. Además, se tiene el indicio de la presencia de comunidades indígenas no
contactadas que viven en los sectores norte, occidente y oriente.
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