Hay nuevos muelles sobre el Magdalena y
Amazonas y donde el caudal es única vía de transporte.
Foto:
William Gutiérrez
Por este muelle internacional de carga (el
Victoria Regia, en Leticia, Amazonas) se mueven 50.000 toneladas anuales de
productos. Cada año al frente fondea un trasatlántico.
El ambicioso plan del Gobierno Nacional para
modernizar la infraestructura del país avanza no solo en vías, aeropuertos y
red ferroviaria, sino en los puertos fluviales.
De un lado, el director de la Corporación
Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena), Luis Álvaro
Mendoza, informó que una vez su asociado Navelena logre el cierre financiero,
iniciarán las obras de encauzamiento de 256 km del río entre Barrancabermeja y
Puerto Salgar, para revivir la navegabilidad en el trayecto.
De otro, el director del Instituto Nacional
de Vías (Invías), Carlos Alberto García, abrió el concurso de méritos para
contratar el diseño del primer terminal fluvial para pasajeros que tendrá
Leticia (Amazonas). Después se abrirá la licitación para contratar la
construcción, cuyo inicio sería para el segundo semestre del 2017.
Son obras proyectadas en la transformación de
la infraestructura que lidera el vicepresidente de la República, Germán Vargas
Lleras, y que se suman a los trabajos que la Nación viene haciendo en puertos y
muelles sobre ríos, desde los más importantes como el Magdalena, Amazonas y el
Atrato hasta los más desconocidos de nuestra geografía como el Unilla
(Guaviare), Telembí y Sanquianga (Nariño).
En Puerto Nariño, un corregimiento de Puerto
Leguízamo. El Invías construyó este muelle sobre el río Putumayo.
En el país funcionan 32 muelles nacionales:
21 a cargo del Instituto Nacional de Vías (Invías) y los 11 restantes, de
Cormagdalena, que son los puertos sobre el río Magdalena.
Invías ha intervenido también en 75 muelles
regionales.
Para Mendoza, los puertos aportan
competitividad al país y dinamizan la economía. “Por los puertos del Caribe hoy
entra y sale la mayor cantidad de carga, por nuevos terminales multipropósito
sobre el río como el Puerto Impala, en Barrancabermeja”.
En la infraestructura fluvial, la Nación ha
invertido en la última década alrededor de 738.000 millones de pesos. Es la
plata que se ha destinado para el levantamiento de nuevos muelles, malecones,
plataformas flotantes, pasarelas metálicas, accesos, dragados y mantenimientos
de instalaciones. Más de la mitad de estos dineros se han girado en los últimos
años.
Inversiones
y obras
Invías ha destinado 138.609 millones para
intervenir muelles que, de acuerdo con García, resultan vitales para el
transporte de carga y la movilización de las poblaciones. Algunas provienen de
corregimientos que no figuran ni en los mapas.
Hay ríos como el Putumayo –indicó Mauricio
Bernuil Cantillo, capitán del terminal fronterizo en Puerto Leguízamo– que son
el único medio para el transporte de poblaciones como Puerto Alegría y Puerto
Ospina. Y hasta allá han llegado las obras.
Los mayores trabajos del instituto se han
ejecutado en los puntos fluviales de Leticia, Putumayo, Vichada, Meta, Guainía,
y lugares distantes como Maní (Casanare), Casuarito (Vichada), El Encanto y
Puerto Alegría (Amazonas).
En Maní se terminó de construir este mes el
muelle La Poyata, sobre la margen derecha del río Meta, por 3.796 millones de
pesos.
En el río Magdalena operan 11 puertos y por
estas aguas se mueven 1,5 millones de toneladas de carga.
Los ingenieros de Invías explicaron que allí
se hizo una superestructura con vigas de concreto reforzado, rampa metálica y
vías de acceso con un terraplén de 800 metros de longitud. Para Maní, esta ha
sido la más grande obra levantada en mucho tiempo.
Otra obra necesaria para la Orinoquia y
Amazonia y terminada en julio del 2015 fue el muelle la Esmeralda, en el
Putumayo, que costó 1.803 millones al Invías.
En este sitio, la estructura se hizo para el
abastecimiento de combustibles, cargue y descargue de productos agrícolas.
Cuenta además con un centro de acopio temporal para los residuos peligrosos.
La importancia de esta infraestructura radica
en que sirve para el intercambio comercial e industrial entre la región centro
occidental del país y la Amazonia con los países limítrofes de Perú, Ecuador y
Brasil.
Esto se hace a través de una operación de
transporte bimodal para los productos, al moverse la carga por carreteras que
provienen de Neiva-Pitalito-Mocoa y Pasto-Mocoa y luego llegan a los ríos
Putumayo y Amazonas para llevarlos a sus destinos.
Esta gran estructura fue levantada por el
Invías sobre el río Meta, en Cabuyaro, donde se hicieron luego obras de
protección del muelle.
En cuanto a las inversiones efectuadas en los
puertos y muelles del río Magdalena, estas corresponden a los privados. Igual
sucede con los trabajos y dragados para la navegabilidad, que fueron
concesionados por Cormagdalena al consorcio Navelena.
Sin embargo, la corporación manifestó que
cuando los trabajos se hacían por obra pública, con plata del Estado, las
inversiones llegaban a los 60.000 millones de pesos anuales.
En este grupo de muelles fluviales nacionales
y regionales, los que reportan mayores movimientos de carga y pasajeros son los
que operan en los ríos Magdalena y Amazonas.
Las
operaciones
Solo por los muelles de estas dos redes
fluviales se mueven alrededor de 1’550.000 toneladas de carga anuales en
promedio.
La mayor cantidad se transporta por el
Magdalena, que al año registra 1,5 millones de toneladas.
Las otras 50.000, que pueden subir a 55.000
anuales según la temporada, se mueven por el puerto fluvial internacional
Victoria Regia, de Leticia, el más importante de esta región fronteriza.
En la carga que se lleva por el Magdalena
predominan los hidrocarburos, granos, cereales, alambrón, palanquilla,
contenedores y cerámicas.
Este año, Cormagdalena aspira a que se
aumente el volumen de carga movilizada por esta vía fluvial y que supere los
dos millones de toneladas.
Los productos se cargan en embarcaciones con
capacidades superiores a las 25 toneladas, o convoyes que remolcan de seis a
ocho barcazas.
Cormagdalena comentó que el parque fluvial de
las empresas está actualmente en capacidad de movilizar al año hasta 4 millones
de toneladas de productos.
En cambio, el transporte de pasajeros se hace
en chalupas con capacidad para llevar 18 viajeros cada una.
El puerto de Magangué, Bolívar, es el que más
utiliza ese tipo de embarcaciones: cerca de 700. Por allí se transportan al año
alrededor de 800.000 pasajeros que se dirigen a municipios vecinos en las
cuencas del Magdalena y el Cauca.
En relación con la actividad en el río
Amazonas, los registros del inspector fluvial del Ministerio de Transporte en
Leticia, Alfredo Salgado, muestran que por el puerto fluvial Victoria Regia se
mueven sobre todo combustibles como gasolina y biodiésel, materiales de construcción
(gravilla y cemento del Brasil y Ecuador), manufacturas, madera y víveres.
El año pasado, en este puerto fronterizo se
recibieron del exterior 2.235 embarcaciones que llevaban 28.625 toneladas de
carga y 17.097 pasajeros, indicó el capitán de Puerto Leticia, teniente Yesid
Sanabria, con jurisdicción en la frontera marítima del Amazonas.
Nuevos
proyectos
Para seguir con las obras de modernización y
mejoramiento de estas infraestructuras, el Invías invertirá este año 5.400
millones de pesos en accesos y mantenimiento de los muelles de Leticia, La
Esmeralda en Puerto Asís, y de Puerto Ospina y Puerto Leguízamo en Putumayo.
Para el próximo año ha pedido un presupuesto de 248.950 millones para muelles
nacionales y otros 29.650 para los regionales.
Cormagdalena, que está a la espera de que
Navelena comience las obras hidráulicas en el trayecto de Barrancabermeja a
Puerto Salgar, las cuales costarán más de 800.000 millones de pesos, tiene en
la mira las inversiones por 400 millones de dólares previstas para el Puerto
Impala y el nuevo terminal fluvial de Andalucía que se construye en Gamarra,
por valor de 200 millones de dólares.
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