Sector
construcción
Se han hecho 153 km, de 191 previstos en la
red férrea de La Loma a Ciénaga.
Foto: Lucevín Gómez / EL TIEMPO
Desde hace dos meses, operarios contratados
por Fenoco trabajan en turnos, desde las 6 a. m hasta las 6 p.m., en la
construcción de la segunda vía férrea.
Joan Charry, un operario capacitado en
ampliación de vías, descarga del hombro una regla de cuatro metros de largo.
Con ella mide si el relleno de tierra
(terraplén) extendido para el nuevo tramo que pasará frente a Varela,
corregimiento de la Zona Bananera del Magdalena–, ya tiene el nivel para
avanzar con una de las obras ferroviarias que se ejecutan en el país.
Se trata de la construcción de la segunda
línea férrea entre La Loma (Cesar) y los puertos de carbón en Ciénaga, Santa
Marta, a cargo de Ferrocarriles del Norte de Colombia S. A. (Fenoco). Este
concesionario administra y mantiene los 245 kilómetros de la red ferroviaria
del Atlántico, entre Chiriguaná, Cesar, y Santa Marta, Magdalena, de los cuales
debe hacer 191 km de vía férrea paralela.
El avance
Hoy, los trabajos de la segunda línea
presentan un avance del 80 por ciento. De los 191 kilómetros que la Agencia
Nacional de Infraestructura (ANI) contrató con Fenoco para la doble vía férrea
entre las estaciones de La Loma y el puerto Drummond, Ciénaga, se han hecho
153,3.
La red ferroviaria tiene su par construido y
en operación de La Loma a Fundación y del corregimiento de Río Frío, Zona
Bananera del Magdalena, hasta el puerto Drummond, cerca de Santa Marta.
Los 37,6 km faltantes corresponden a tramos que
deben pasar por los centros poblados de Fundación, Bosconia, Aracataca, y los
corregimientos de Guamachito, Varela, Tucurinca, Guacamayal y Orihueca, en la
Zona Bananera. Algunos de estos puntos se han convertido en cuellos de botella
para el avance rápido de los trabajos.
El Gobierno Nacional ha considerado de
interés nacional estratégico el proyecto de la segunda línea. Por este corredor
ferroviario del Atlántico se movilizó el año pasado el 56 por ciento del carbón
producido en el país: 47’705.646 toneladas, del total de 85,5 millones
contabilizados en el 2015.
Pero esta obra de infraestructura ha tenido
más de un tropiezo: demoras por el trámite de la licencia ambiental, pleitos
jurídicos elevados a los altos tribunales, renegociación del contrato, sectores
de la comunidad que lo han entutelado alegando impactos ambientales negativos,
ocupaciones e invasiones por donde pasará el segundo corredor férreo.
Aunque lo anterior ha llevado a suspensiones
de los trabajos y retrasos, en los últimos meses les han puesto el acelerador a
los trabajos.
El coordinador ambiental de Fenoco, Frank
Silvera, informó que la segunda línea ha avanzado en los tramos licenciados,
donde no hay centros poblados.
Simultáneamente, en cumplimiento de las
órdenes de la Corte Constitucional y de común acuerdo con las comunidades, el
concesionario viene construyendo puentes, alamedas, taludes, gaviones y bermas,
al igual que ha aplicado medidas contra el ruido de la rodadura de los trenes.
Han levantado barreras vegetales y paredes
antirruido en Bosconia y Algarrobo, con materiales importados de España.
También se han pavimentado kilómetros de vías para que la población se movilice
sin riesgo, alejada del corredor férreo.
Según Sandra Alturo, portavoz de Fenoco, el
costo estimado del proyecto era de 250 millones de dólares (unos 750.000
millones de pesos). Con los gastos adicionales para mitigar el impacto
ambiental, medidas sociales, nuevos permisos y licencias, se calcula que los
costos subirán a cerca de 283 millones de dólares (casi 850.000 millones de
pesos).
Ahora, Fenoco trabaja en dos frentes: uno de
ellos en Loma Colorada y Algarrobo, donde hacen obras para controlar el ruido,
alamedas y paisajismo; en el otro frente continúa construyéndose la segunda
línea en la Zona Bananera, entre Guamachito, Varela (donde se encuentra el
operario Charry) y Río Frío.
Son otros 13,6 kilómetros de doble vía
ferroviaria, los cuales se esperan concluir a fines de este año, dijo la
gerente de Puertos y modo férreo de la ANI, Dina Rafaela Sierra.
Fenoco, a su vez, proyecta para comienzos del
2017 presentar el estudio de impacto ambiental de Bosconia, Fundación y
Orihueca ante la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) para el
permiso de las obras en estos frentes.
Con lo construido hasta ahora de la segunda
línea, la red del Atlántico tiene capacidad para mover hasta 80 millones de
toneladas anuales de carbón. Cuando la doble vía termine, por ahí se podrán
movilizar hasta 150 millones de toneladas, afirmó Sierra.
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