El territorio cubre un área de 4,9 millones
de kilómetros y sus zonas visibles son Nueva Zelanda y Nueva Caledonia.
Hace poco más de diez años, Plutón perdió su
condición de planeta y cambió lo que se había enseñado en las escuelas durante
décadas. Ahora es posible que los libros de ciencia tengan que añadir un
continente —casi totalmente inmerso en las aguas del sureste del Pacífico— en
sus mapas. Solo sus montañas más altas, el 6% de su territorio, se asoman sobre
el mar: son Nueva Zelanda y Nueva Caledonia. Científicos del centro neozelandés
GNS Science han publicado el descubrimiento de Zelandia (nombrado como Zealandia
en inglés), en la revista de la Sociedad Geológica de América (GSA), dos
semanas después de que se encontraran restos de otro continente bajo el océano
Índico. Zelandia cubre un área de 4,9 millones de kilómetros, de la que forman
parte Nueva Zelanda (con una extensión de 268.680 kilómetros cuadrados) y Nueva
Caledonia (con 232.258 kilómetros cuadrados).
El equipo del GNS Science empezó a investigar
la posible existencia del continente hace 20 años, pero solo ahora ha logrado
probar, a través de datos colectados por satélites submarinos, que Zelandia
reúne las condiciones necesarias para ser clasificado como tal: elevación sobre
la zona circundante, geología distintiva, un área bien definida y una corteza
más gruesa que el suelo oceánico normal. Según el estudio, los bordes de la
corteza continental de Australia y del "nuevo" continente llegan tan
cerca como 25 kilómetros entre sí.
Los investigadores sostienen que Zelandia se
formó después de la desintegración del supercontinente Gondwana, desde hace 85 millones
de años hasta hace unos 30 millones de años. "A los 30 millones de años,
el continente estaba en sumergimiento máximo: hay calizas por todas partes.
Desde entonces, la convergencia a lo largo y cerca de la frontera de la placa
del Pacífico-Australia ha levantado partes de Zelandia que formaron las islas
de Nueva Zelanda", explica Nick Mortimer, líder de la investigación.
El geólogo defiende que la importancia de
Zelandia va más allá de añadir un nombre a la lista de continentes. "Es el
continente más fino y más pequeño que se ha encontrado, y el hecho de que esté
tan sumergido pero no fragmentado lo hace útil para explorar la cohesión y
desintegración de la corteza continental", afirma. Mortimer también
explica que Zelandia proporciona un nuevo contexto de "una tierra que se
hizo más pequeña y se hundió bajo las olas" para los estudios de biología
evolutiva, que pueden explicar los orígenes de la flora y fauna endémicas de
Nueva Zelanda y Nueva Caledonia.
Según el conjunto de datos de los satélites y
buques de investigación que mapean todo el planeta, ya no hay ningún otro lugar
para ocultar un continente sumergido, al menos no uno tan grande como el que
han hallado los científicos neozelandeses. "Es posible que se encuentre
microcontinentes, sobre todo en el océano Índico, pero no continentes",
escriben los investigadores.
Que Zelandia sea reconocido por la comunidad
científica no es una cuestión de apelar a ningún organismo y tampoco hay una
lista oficial de qué continentes existen —de hecho, algunos geólogos afirman
que hay cuatro, mientras que otros sostienen que son siete—. El trabajo de
Mortimer y su equipo será validado cuando otros científicos empiecen a
mencionarlo en sus investigaciones. "Nos gustaría que reconocieran que
simplemente mostrar esa parte remota del Pacífico, con un continente sumergido,
es más geológicamente preciso e informativo que el panorama anterior. Nos
gustaría verlo en el mapamundi", dice el geólogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario