Sector industrial
El
acuerdo permitió al país incrementar sus exportaciones no minero-energéticas.
Foto:
Puerto de Cartagena
Los
principales detractores del TLC fueron los sindicatos, que advertían una vulneración
de los derechos laborales.
El
Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y su principal socio comercial,
Estados Unidos, cumple hoy un lustro y mientras en Bogotá el Gobierno se agarra
a las cifras para destacar los beneficios del acuerdo algunos especialistas son
escépticos sobre las bondades del mismo.
El
TLC entró en vigor el 15 de mayo de 2012 con una fiesta en la portuaria
Cartagena de Indias y un primer intercambio cruzado de mercancías compuesto por
flores colombianas y motocicletas estadounidenses, ya libres de aranceles.
Sin
embargo, el TLC se estrenó cinco años después de su firma tras superar un
dilatado proceso de ratificación que culminó en el Congreso estadounidense en
octubre de 2011, después de que el Partido Demócrata diera finalmente su visto
bueno.
Según
el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, el principal
beneficio del TLC fue la consolidación de las "preferencias
arancelarias" existentes en el acuerdo transandino del 2002 que permitió
que más de 10.000 productos colombianos pudieran entrar al mercado
estadounidense con arancel cero.
El
acuerdo permitió a Colombia incrementar sus exportaciones no minero-energéticas
a EE. UU. hasta los 3.800 millones de dólares en el 2016, un 12 por ciento más
que en 2012, aunque el resultado del intercambio comercial total el año pasado
fue deficitario en 359,8 millones de dólares para el país andino.
"Ha
sido un buen acuerdo que ha beneficiado a los dos países, positivo para ambas
naciones y en el que existen todavía muchas posibilidades por aprovechar a
pesar de que las cifras ya son contundentes", aseguró en una entrevista
con Efe el presidente de ProColombia, la entidad gubernamental que promueve el
turismo, la inversión extranjera y las exportaciones, Felipe Jaramillo.
El
funcionario destacó que con la entrada en vigencia del acuerdo la inversión de
Estados Unidos en Colombia creció un 41 por ciento si se compara con el
promedio anual de los cinco años previos al tratado.
"Estados
Unidos es el socio comercial número uno de Colombia, el primer destino de
nuestras exportaciones, ya que mandamos allí más del 25 por ciento de nuestros
productos y servicios, y recibimos el mayor porcentaje de inversión de ese
país. El TLC ha sido primordial para que esas cifras sean una realidad",
resaltó.
Preguntado
sobre el futuro del acuerdo, Jaramillo apuntó que no se contempla la aplicación
de cambios en el TLC y agregó que la reunión que mantendrán el 18 de mayo en
Washington el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y su homólogo
estadounidense, Donald Trump, "muestra las buenas relaciones que han
mantenido ambos países" y la voluntad de que seguir en esa misma tónica en
materia comercial.
Sin
embargo, varios fueron los sectores que se opusieron con contundencia al TLC,
cuyas negociaciones empezaron en el 2003 durante los Gobiernos de Álvaro Uribe
y George Bush.
Los
principales detractores del TLC fueron los sindicatos, que advertían una
vulneración de los derechos laborales; el campo, que temía ser incapaz de
competir con agricultores estadounidenses, y los titulares de derechos de
propiedad intelectual, que a través del colectivo de piratas Anonymous llegaron
a lanzar un ataque masivo contra varias webs gubernamentales como protesta.
El
director del centro de consultoría de temas laborales Cedetrabajo, el
economista Mario Valencia, afirmó que el balance de estos cinco años de TLC es
"supremamente negativo" pues si no se contabilizan las exportaciones
del sector minero-energético la balanza comercial entre Colombia y Estados Unidos
arroja un resultado negativo de unos 30.000 millones de dólares para el país
suramericano.
"A
nivel laboral vemos un incumplimiento sistemático de los compromisos alcanzados
en el Plan de Acción que impuso el Partido Demócrata y los sindicatos estadounidenses.
La
tasa de sindicalización no ha mejorado y los derechos sindicales se siguen
violando sistemáticamente", agregó Valencia, quien indicó además que estos
factores están dificultando la entrada de Colombia a la OCDE.
Finalmente,
el economista subrayó que el TLC también ha perjudicado al campo colombiano, ya
que han aumentado las importaciones de productos que se pueden cultivar en el
país y que "están reemplazando la producción nacional".
Sin
embargo, el Gobierno colombiano sigue destacando las bondades del tratado en un
momento en el que políticos como Trump ponen en duda la idoneidad de los TLC
mientras apuestan por un discurso de corte más proteccionista del que, por el
momento, Colombia sigue a salvo.
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