Este consiste en la unión de varias
láminas de vidrio de cualquier grosor,
mediante una película intermedia realizada con butiral de polivinilo, etil-vinil-acetato y con resinas activadas
por luz ultravioleta o simplemente por la mezcla de sus ingredientes. Recibe el nombre de vidrio de seguridad, aunque este es sólo uno de los tipos que existen
en el mercado y no todos los vidrios de seguridad (como los templados) suelen ser laminados. Esta lámina puede ser
transparente o translúcida, de colores e incluir prácticamente de todo: papel
con dibujos, diodos LED, telas, etc. También pueden recibir un
tratamiento acústico y de control solar. Esta lámina le confiere al vidrio una
seguridad adicional ante roturas, ya que los pedazos quedan unidos a ella. Los
parabrisas o los vidrios antirrobo y antibalas pertenecen a este tipo de
vidrio. Esta flexibilidad permite hacer de los vidrios laminados un elemento
indispensable en la arquitectura y el diseño contemporáneos.
Vidrio Templado
Este vidrio
ha pasado por un proceso de tratamiento térmico (calor frio) que al aumentar su
resistencia mecánica, soporta 5 veces más que un vidrio convencional a golpes,
impacto, flexión y torsión. Este disminuye el riesgo de accidente, es seguro
ante el impacto humano, confiable y tolera altas temperaturas y choques
térmicos.
Vidrio
Laminado
Son dos láminas
de vidrio recocido unidas entre ellas por PVB. Al romperse, los fragmentos
permaneces adheridos a la película, evitando el desprendimiento de partículas.
Este aporta seguridad para su vivienda, disminuye el riesgo de accidentes,
reduce el paso del ruido, es confiable y reduce el 99% de los rayos U.V al
interior de los espacios.
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