A la construcción de un centro comercial llamado Primavera
estaría destinado el lote, en el suroccidente de Medellín, donde funcionó la
sede social y deportiva del Seguro Social en La Mota.
Los recursos presentados por el grupo de ambientalistas Defensores
de Parques Urbanos han recibido respuesta por parte de la Curaduría Primera
Urbana y de la Secretaría de Planeación en las que se argumenta que de acuerdo
con el Plan de Ordenamiento Territorial este es un uso apropiado del suelo.
En la licencia de construcción del proyecto, que fue aprobada en
julio de este año, se proponen 2 etapas, la primera estaría destinada al centro
comercial y la segunda, a una ampliación de la Clínica Las Américas. El área
total del lote es
28.849 metros cuadrados, de los cuales 20.000 se dedicarían a esta actividad
comercial.
La edificación contaría con 4 pisos de altura y 4 sótanos que tendrían capacidad para albergar 1724 vehículos y 262 motos en parqueaderos cubiertos. Además,
contaría con 5 salas de cine y 217
locales comercio
minorista. Éste uso, de acuerdo con el POT estaría encaminado al cumplimiento
del corredor turístico y recreativo de la 70.
Las obras están a cargo de una constructora bogotana llamada
Cimento y cuentan con el visto bueno de la Curaduría Primera Urbana. Sin
embargo, estuvieron detenidas por recursos interpuestos por el grupo de
Defensores de los Parques Urbanos, que afirma que esta construcción causaría
problemas ambientales y de movilidad.
De acuerdo con Flor María Guzmán, cofundadora del grupo, son
tres las preocupaciones de los ambientalistas: la primera sería la tala de
árboles; la segunda, el papel del lote en el corredor
biológico de aves migratorias, y la tercera, el problema de movilidad que desataría la atracción de vehículos
al sector. Estos tres argumentos han sido evaluados por las autoridades
correspondientes quienes afirman que la construcción puede avanzar pues cumple
con la normatividad necesaria.
De acuerdo al estudio de movilidad presentado ante Planeación,
se exigió que el proyecto respetara el protector del tranvía de la 80 (este
contaría con 1 carril exclusivo para tranvía, 2 de flujo mixto, andenes de 4
metros y ciclorruta) cuyos diseños estás aprobados en un 90 % , y la
continuación de la doble calzada de la 70. Además, se solicitó la construcción
de una vía de servicio en la 70 y otra en la 80.
Por su parte, la Curaduría Primera Urbana argumentó que el área
es un lote privado y que los diseños cumplen con los requerimientos exigidos
por parte de la Aeronáutica Civil -por estar en la ruta de aproximación del
Aeropuerto Olaya Herrera- y de la Secretaría de Planeación que comprueba la
coherencia del proyecto con lo planteado en el POT.
De acuerdo con Adriana Mesa, asesora de proyectos de la
Curaduría Primera Urbana, aunque son comprensibles los argumentos de los
ambientalistas, también se debe considerar que es una zona con un alto
potencial de desarrollo. Además “al proyecto se le exigen 8700 metros cuadrados
por suelo a ceder y 433 de equipamiento colectivo”, esto quiere decir que le
debería a la ciudad 8.700 metros de área de parque que pueden reponerse en
cualquier lugar de la ciudad, y 433 metros cuadrados (valorados económicamente
o en espacio), para retribuir un servicio a la comunidad.
Esas serían las obligaciones urbanísticas del proyecto por el
área que interviene y por ser un espacio dedicado al comercio. La funcionaria
explica que el lote en el que fue construida la Clínica de Las Américas, en
algún momento también fue solo un lote, pero también fue aprovechado de acuerdo
a las condiciones de desarrollo de la ciudad.
De acuerdo con Óscar Sáenz, ingeniero forestal y docente de la
Unviersidad Nacional, se entiende que la comunidad sea reactiva ante este tipo
de procesos pues “el efecto de los árboles talados en el paisaje es doloroso para
todos”, pero esta podría ser la oportunidad para hacer una plantación
más planificada y para remplazar los árboles que ya cumplieron su ciclo.
Los Defensores de los Parques Urbanos piden que en caso de que
no sea posible detener las obras, por lo menos se pueda llegar a una
conciliación en la que se preserven la mayor cantidad de árboles y zonas verdes
posibles.
La constructora Cimento, manifestó que se está gestionando un
plan con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, para tomar decisiones sobre
el tema ambiental y que serán informadas oportunamente a la comunidad.
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