A principios de los años setenta se le
presentó la oportunidad de interpretar al jefe de una familia mafiosa en El
Padrino, basado en una novela de Mario Puzo. Fue Brando quien insistió en que
se hiciera una prueba filmada del personaje interpretado por él, y se ocupó
personalmente del maquillaje. El director Francis Ford Coppola quedó
impresionado por Brando caracterizado como Vito Corleone y tuvo que luchar por
convencer a los productores para que aceptasen a Brando para este papel. Por
esa interpretación Brando consiguió su segundo Óscar. En esta ocasión Brando
rechazó el Óscar, la segunda vez en la historia de Hollywood que un actor hacía
esto (la primera vez la había rechazado el actor George C. Scott).
En lugar de recoger el premio, Brando envió a
la ceremonia en su representación a una actriz nativa americana llamada Sacheen
Littlefeather, que se manifestó en contra del tratamiento que recibía su pueblo
en las películas de Hollywood y por los acontecimientos que ocurrían por aquel
entonces en Wounded Knee.
"Con mucho pesar vengo a decirles que
Marlon Brando no puede aceptar este generoso premio y esto se debe al trato que
le da la industria cinematográfica y la televisión a los indios americanos y
también por lo ocurrido recientemente en Wounded Knee", dijo Sacheen
Littlefeather, cuyo nombre traducido al español significa "pequeña
pluma".
Tiempo después, Brando declaró a los medios:
"Cuando fui nominado por El Padrino, me pareció absurdo ir a la ceremonia.
Resultaba grotesco festejar a una industria que había difamado y desfigurado
sistemáticamente a los indios norteamericanos a lo largo de seis décadas,
mientras en aquel momento doscientos indios se hallaban sitiados en Wounded
Knee".
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