El aluminio es un elemento
químico, de símbolo Al y número
atómico 13. Se trata de un metal no
ferromagnético. Es el tercer elemento más común encontrado en la corteza
terrestre. Los compuestos de aluminio forman el 8 % de la corteza de la
tierra y se encuentran presentes en la mayoría de las rocas, de la vegetación y
de los animales. En estado natural se encuentra en muchos silicatos (feldespatos, plagioclasas y micas). Como metal se
extrae únicamente del mineral conocido con el nombre de bauxita, por
transformación primero en alúmina mediante el proceso
Bayer y a continuación en aluminio metálico mediante electrólisis. Este metal posee
una combinación de propiedades que lo hacen muy útil en ingeniería de materiales, tales como su
baja densidad(2700 kg/m³) y
su alta resistencia a la corrosión. Mediante aleaciones adecuadas se puede
aumentar sensiblemente su resistencia mecánica (hasta los 690 MPa). Es buen
conductor de la electricidad y del calor, se mecaniza con
facilidad y es muy barato. Por todo ello es desde mediados del siglo XX el metal que más se utiliza después
del acero.
La
utilización industrial del aluminio ha hecho de este metal uno de los más
importantes, tanto en cantidad como en variedad de usos, siendo hoy un material
polivalente que se aplica en ámbitos económicos muy diversos y que resulta
estratégico en situaciones de conflicto. Hoy en día, tan solo superado por el
hierro/acero. El aluminio se usa en forma pura, aleado con otros metales o en
compuestos no metálicos. En estado puro se aprovechan sus propiedades ópticas
para fabricar espejos domésticos e industriales, como pueden ser los de los telescopios reflectores. Su uso más
popular, sin embargo, es como papel
aluminio, que consiste en láminas de material con un espesor tan
pequeño que resulta fácilmente maleable y apto por tanto para embalaje
alimentario. También se usa en la fabricación de latas y tetrabriks.
Por sus propiedades eléctricas es un
buen conductor, capaz de competir en coste y prestaciones con el cobre tradicional. Dado que, a igual
longitud y masa, el conductor de aluminio tiene poco menos conductividad,
resulta un componente útil para utilidades donde el exceso de peso es
importante. Es el caso de la aeronáutica y de los tendidos eléctricos donde el
menor peso implica en un caso menos gasto de combustible y mayor autonomía, y
en el otro la posibilidad de separar las torres de alta tensión.
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