Sector
industrial
En lo más fuerte del fenómeno, las tarifas de
la luz subieron 8,57 por ciento.
Foto: Archivo / EL TIEMPO
Un informe de la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios señala que entre enero y marzo el costo de la
energía final a los usuarios se incrementó 8,57 por ciento.
Un mes después de que la agencia climática de
los Estados Unidos (NOA) declaró la finalización del fenómeno del Niño, el
balance para los consumidores finales y para el mercado de energía mayorista
muestra un impacto significativo.
Un informe de la Superintendencia de
Servicios Públicos Domiciliarios señala que entre enero y marzo el costo de la
energía final a los usuarios se incrementó 8,57 por ciento, es decir, 2,4 veces
la inflación del mismo período.
Lo preocupante de esta situación es que los
impactos más fuertes del fenómeno solo se conocerán cuando se analicen los
datos del segundo trimestre del año.
Solo en mayo, según el Dane, en el grupo de
vivienda los precios de la energía fueron los que más subieron, al tener una
variación del 3,98 por ciento respeto al mismo período del año pasado, siendo
uno de los gastos que más aportaron al índice total de precios al consumidor.
La Superservicios indica que el mayor efecto
para los consumidores se dio en los mercados de la Costa Atlántica que atiende
Electricaribe: Chocó, Guaviare y Tolima.
Allí, el precio promedio del kilovatio pasó
de 454,2 pesos en el cuarto trimestre del 2015 a 497,4 pesos, para una
variación del 9,5 por ciento entre un trimestre y otro, un alza 2,6 veces la
variación del costo de vida.
El efecto en las tarifas se trasladó de forma
plena a los usuarios de los ocho departamentos de la región Caribe, ya que,
según la entidad, Electricaribe decidió no aplicar la opción tarifaria que
existe desde el 2008 para suavizar los incrementos abruptos en los precios de
un mes a otro, difiriéndolos en varios meses.
Una situación similar viven los usuarios
atendidos por Enertolima y Dispac (Chocó).
En la Costa Atlántica fue donde se sintió el
aumento de precios, ya que al tener Electricaribe una alta exposición de esta
empresa a los precios de bolsa, que son más altos en épocas secas, la empresa
debe pagarlos para prestar el servicio a sus usuarios, que también ven que se
elevan sus tarifas.
En los mercados del área de distribución
Centro, que agrupa a Pereira, Caldas, Santander, Norte de Santander, Quindío y
Antioquia, también se presentó una de las mayores variaciones en los precios
entre enero y marzo, pues se pasó de 438,4 pesos el kilovatio en el primer
trimestre del 2015, a 478,5 pesos en igual lapso del 2016, esto es 9,15 por
ciento más.
La Asociación Colombiana de Generadores de
Energía (Acolgén) destaca que, gracias al cargo por confiabilidad que los
usuarios pagan cada mes en sus facturas, durante el Niño se beneficiaron de 16
billones de pesos por la cobertura que dio el precio de escasez (techo máximo
que se paga al generador en épocas de sequía), en lugar de tener que pagar el
precio de corto plazo de la energía.
La Superservicios señala que adicional a la
situación crítica que vivió el país por la salida de operación de la central
Guatapé, en Antioquia, y de una unidad de la Zona Franca Celsia (antes
Termoflores), las altas temperaturas produjeron alzas en la demanda superiores
a las esperadas.
Las cifras de la firma XM, filial de ISA que
administra el mercado eléctrico del país, muestran que al elevarse el precio de
la energía en bolsa y escasear los contratos, los generadores,
comercializadores y distribuidores asumieron un costo importante.
Según las estadísticas de esta entidad, entre
septiembre del 2015, cuando comenzó a elevarse el valor de la energía en bolsa,
y marzo pasado, el monto de las transacciones de energía 100,9 por ciento, al
ubicarse en 3,6 billones de pesos, situación que fue más fuerte en el primer
trimestre del año, cuando el valor de la energía transada en bolsa subió 109
por ciento anual, a 1,7 billones.
Entre septiembre del 2014 y marzo del 2015,
el valor total de la energía comprada en bolsa fue de 1,8 billones de pesos.
La compra de energía más costosa la asumieron
tanto los generadores, que en algún momento tenían faltantes para cumplir sus
ofertas, como los propios comercializadores, que al no contar con contratos
tenían mayor exposición a los precios de bolsa, principalmente los de la Costa
Atlántica, atendida por Electricaribe, Cali (Emcali), Chocó y Cauca.
Según la Asociación Colombiana de Generadores
de Energía (Acolgén), en septiembre del 2015 los mercados más expuestos a la
bolsa fueron la Costa Atlántica, con el 22 por ciento, Cali (46 por ciento) y
Cundinamarca y Risaralda (19 por ciento).
El presidente de la Asociación Colombiana de
Distribuidores de Energía (Asocodis), José Camilo Manzur, explica que si bien
había energía para atender la demanda, se tenía una baja en la energía comprada
por contrato.
Esto hizo que los agentes acudieran en mayor
medida al mercado más costoso, la bolsa, donde el valor promedio del kilovatio
fue de 791,9 pesos entre septiembre del 2015 y marzo del 2016.
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