El corredor Bogotá-Buenaventura de 517 km ya
tiene la mitad en doble calzada.
Foto: Archivo particular
La doble calzada Buga-Buenaventura se
construye a buen ritmo. A diario, 120 volquetas cargan material de excavación
En cinco años, el corredor de Bogotá a
Buenaventura, el más importante y estratégicos del país para el transporte de
carga, el comercio con el exterior y la competitividad, tendrá la segunda
calzada concluida a lo largo de sus 517 kilómetros.
Será una megavía por la que podrán
movilizarse autos y tractomulas en menor tiempo, del centro de Colombia al
Pacífico.
Si los cronogramas se cumplen y no hay
tropiezos en las obras, se prevé que para el 2021, una tractomula que avance
por la doble calzada durará cerca de 10 horas en transportar la carga de Bogotá
a Buenaventura. Unas seis horas menos de lo que tardan hoy los conductores en
recorrer los 517 kilómetros del trayecto. Actualmente pueden demorar 16 y más
horas, principalmente por el atasco y ascenso lento en el paso por el alto de
La Línea
.
El mejoramiento y aumento de los carriles por
este corredor ya no parece una quimera. Por un lado, de la segunda calzada van
construidos 275 kilómetros, la mitad (53 por ciento) del largo corredor, según
el informe de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
Por otro, el Gobierno Nacional le acaba de
adjudicar al Consorcio Estructura Plural Vía al Puerto la construcción de 26,5
kilómetros de doble calzada que, sumados, faltaban en varios tramos entre Buga
y Buenaventura.
El vicepresidente, Germán Vargas Lleras,
quien ha liderado este proyecto de infraestructura, dijo que “esta vía que
permite conectar el centro del país con el puerto de Buenaventura, por fin será
una carretera de doble calzada que va a agilizar el tránsito vehicular, a
disminuir los costos logísticos a transportadores y ciudadanos, y a aumentar la
competitividad regional y del país”.
La calzada nueva que mejora la movilidad por
la carretera ya se puede transitar en varios trayectos y en otros avanza su
construcción así:
Entre Bogotá y Girardot se hizo la segunda
calzada y se alista para la ampliación al tercer carril. De Girardot a Ibagué la
segunda vía está casi terminada, y entre Ibagué y Cajamarca las obras empezaron
hace mes y medio.
En el trayecto de Cajamarca a Calarcá están
levantándose los viaductos y el túnel de La Línea, cuyas obras se espera
terminen el 30 de noviembre del presente año y entrarían en operación, con los
peajes electrónicos, en el 2018.
Entre Calarcá y La Paila se espera hallar
pronto el mecanismo para contratar la segunda calzada del corredor, actualmente
a cargo de Autopistas del Café, que no presentó propuesta para su ejecución. Y
por la carretera de La Paila a Buga se puede transitar en dos calzadas.
En el corredor entre Buga y Buenaventura, los
trabajos para extender la segunda vía, que incluyen 17 viaductos, 11 puentes y
una decena de túneles, así como puentes peatonales nuevos, los realizan de
manera combinada y por sectores, concesionarios de la ANI y contratistas del
Instituto Nacional de Vías (Invías).
Nueva contratación
Entre Loboguerrero y Mediacanoa, el
concesionario de la ANI ha ejecutado el 97 por ciento de la segunda calzada. Y
entre Loboguerrero y Buenaventura, Invías tiene muy avanzados los trabajos.
El instituto allí ha levantado más de una
decena de túneles, viaductos y puentes, y sigue trabajando, con plata ciento
por ciento del Estado, en varios tramos como Citronella-Altos de
Zaragoza-Cisneros-Loboguerrero.
El ministro de Transporte, Jorge Eduardo
Rojas, que inspeccionó las obras el pasado fin de semana, dijo que en este
corredor Buga-Buenaventura se están invirtiendo alrededor de 2,3 billones de
pesos.
Unos tramos de Buga a Buenaventura que no se
pudieron ejecutar por razones de licencia ambiental, predial o presupuestal,
ahora se completarán con la nueva concesión adjudicada al Consorcio Estructura
Plural Vía al Puerto, en los 26,5 kilómetros faltantes de Buga a Mediacanoa y
entre Loboguerrero, Citronella y Buenaventura.
El citado consorcio está conformado por
Carlos Alberto Solarte (34 por ciento), Conconcreto (33 por ciento) y CSS
Constructores (33 por ciento).
La firma que estructuró el proyecto durante
un año, además de hacer 26,5 kilómetros de segunda calzada, también se
encargará del mantenimiento y operación de los 111 kilómetros que tiene el
corredor Buga-Buenaventura (una vez se haga la doble calzada) y otros trabajos
de infraestructura que beneficiarán a la población y turismo de la región.
Las nuevas obras civiles de los 26,5
kilómetros de doble calzada costarán 1,075 billones de pesos. A este valor se
deberán agregar 1,98 billones que valdrán la operación y mantenimiento que
tendrá que hacer este consorcio durante los 30 años de la concesión.
Las obras
Por la geografía del terreno, atravesada por
montañas y con grandes abismos, la segunda calzada no está trazada toda con
vías rectas, sino que tiene puentes y viaductos en unas partes y túneles en
otras, para que así mejore la velocidad por estos tramos de carretera hacia el
puerto.
Estas son algunas de las razones por las que
el proyecto tiene costos billonarios.
Por ello, el consorcio de la APP -IP
construirá 1,41 kilómetros de túneles en el sector de Triana a Loboguerrero.
Son dos conductos subterráneos: el primero tendrá 820 metros de largo y el
segundo, 590. Harán 2,44 kilómetros más con 13 puentes y viaductos.
Para el presidente de la ANI, Luis Fernando
Andrade, otro de los aspectos más relevantes que tiene este proyecto de la
APP-IP entre Buga y Buenaventura es el impacto social y turístico que dejarán
las nuevas obras.
Según lo concesionado, tendrán que hacerse
trabajos que mejoren las condiciones sociales y ambientales de la población de
la zona y el turismo.
De ahí que el consorcio hará una ciclorruta
de 7,5 kilómetros de longitud, entre Buga y Mediacanoa, que irá paralela a la
doble calzada. De esta manera, la población podrá ir pedaleando a sus trabajos
en las industrias, ingenios y bodegas que funcionan allí.
Vía de acceso y turismo
Según lo que decida la comunidad, el
concesionario hará una vía o línea férrea para que los habitantes puedan
ingresar a San Cipriano.
En la actualidad, esta población no tiene
cómo desplazarse por vía terrestre entre Córdoba y San Cipriano. Recurre al
transporte de las ‘brujitas’ que ruedan por la línea férrea que lleva la carga
del Ferrocarril del Pacífico.
Se calcula que la nueva conexión terrestre
tendrá una longitud de 7 kilómetros. Este ingreso a San Cipriano costará 50.000
millones de pesos, que se fondearán con parte de los recursos por el pago del
peaje entre Mediacanoa y Loboguerrero.
Con la nueva vía de ingreso a San Cipriano,
los turistas podrán visitar la reserva natural de este lugar, con su selva
tropical, que es uno de los grandes atractivos, o dirigirse hacia la laguna del
Sonso, que también será sometida a trabajos hidráulicos para su mejoramiento.
Para las anteriores obras hay un cronograma.
La ANI adjudicó este proyecto de APP-IP el pasado 19 de mayo y la firma del
contrato se cumpliría hacia el 22 de junio.
Se aspira a que la firma del acta de inicio
de los trabajos sea el 1 de agosto de este año. El consorcio seleccionado
tendrá un año de preconstrucción, es decir, para la compra de predios y trámite
de licencia ambiental. Por tanto, los trabajos de doble calzada en esta parte
del Valle se espera que culminen en septiembre del 2020.
Pero todo el corredor, con doble calzada de
Bogotá a Buenaventura, según lo contratado, debe quedar listo en el 2021.
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